¿Quién dice que el mundo de las letras es aburrido?
Ahí van unas cuantas anécdotas graciosas sobre escritores...
Ramón María del Valle-Inclán fue citado ante el juez en cierta ocasión con motivo de un
alboroto que había armado. Tras declarar su nombre y su oficio, este es el
diálogo que mantuvieron:
— “¿Sabe leer y escribir?”
— “No”.
— “Me extraña la respuesta”.
— “Más me extraña a mí la pregunta”.
El
escritor Narciso Sáenz Díez
Serra (más conocido como Narciso Serra)
paseaba en cierta ocasión con un amigo cuando le preguntó:
« ¿Cuántos
cornudos te parece que viven en esta calle sin contarte a ti?»
El
acompañante indignado contestó:
« ¡Cómo
sin contarme a mí! Esto es un insulto…»
A
lo que el dramaturgo reformuló la pregunta:
«Bueno,
no te enfades. A ver... contándote a ti, ¿cuántos te parece que hay?»
A
Pedro Muñoz Seca, escritor de la
Generación del 14, un ministro le envió una carta felicitándole por su éxito
pero al mismo tiempo criticando que empleara tantas palabras malsonantes y
vulgares. Muñoz Seca le contestó: “Estimado Sr. Ministro: en este preciso
momento tengo delante su carta… En breves instantes la tendré detrás”.
Conocida
fue la relación amorosa que hubo entre Emilia Pardo Bazán y Benito Pérez
Galdós, pero también de dominio público la enemistad que
llegaron a profesarse ambos.
En
cierta ocasión, siendo ya mayores se encontraron accidentalmente en unas
escaleras. Él subía jadeante y ella empezó a bajarla.
Mientras
se cruzaban ella le espetó:
-
“Adiós,
viejo chocho”.
Pero
tal y como lo soltó se dio cuenta que le había puesto en bandeja una magistral
contestación a una de las mentes más brillantes de la literatura. Pardo Bazán
aceleró el pasó escaleras abajo, pero le dio tiempo a escuchar la réplica de su
viejo e íntimo enemigo:
- “Adiós,
chocho viejo”.
En breve podréis leer anécdotas sobre Quevedo... ¡Las mejores!